Ven, te invito a que descubras como te ayuda emocionalmente el convivir con tu perro

¿Kaaaaaaa? ¿Que, que dijo? JI JI JI ahí les voy de nuez con mis pláticas cursis y perrunas, porque sé que lo lograrán, se los prometo, ¿porque lo sé? porque a mi me pasó lo mismo. Les quiero contar un fragmento de la experiencia que tuve, cuando me adentré en este lindísimo mundo de los perros, me encontraba bastante difusa, venía de regresar a ceros totales, tenía proyectos, sueños, tenía compañeros con quiénes quería construir maravillas, tenía a mi pareja creyendo que caminábamos juntos, estaba labrando el camino... y de pronto, ¡¡¡BOOOOM!!! se trozó como cuál ejote, (ja ja, para ilustrarlo un poco), todo eso se esfumó, en otro momento les platicaré que pasó, pero en esté capítulo les quiero compartir que venía de una racha bastante compleja, pues de un momento a otro pasé de un camino construido a una vereda vacía y sin nada, empezar de la nada, así que no sabía que iba a ser de mis ideas, sueños, pues lo que había estado construyendo se desmoronó. Pasaron unos meses en lo que recuperaba cordura y entendimiento para saber que eso era un comienzo, mi propio comienzo, y en ese lapso llegó la magia perruna, comencé a pasear a 3 perritos, jamás lo había hecho como trabajo, sólo había paseado a los perritos de mi pareja en tiempos pasados pero de ahí nada sabía. Pero la conexión fué inmediata, conocí a la primer persona a quién ayudaría a pasear a sus perros, y comenzó mi tratamiento emocional ja ja, si así fué, el convivir con ellos, tan sólo en un paseo fue abismal la mejoría que sentí. Y a partir de entonces, he aprendido durante casi 4 años la maravilla de sentirnos cada vez mejor, al mismo tiempo que ayudamos a nuestros perros a sentir confianza, seguridad, plenitud, dicha, alegría, y es inevitable que al practicar la convivencia entre perros y humanos, haya una ayuda indescriptible para todos.